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viernes, 19 de abril de 2024

De Koninck Oude Kriek

MARCA:
De Koninck
MODELO: De Koninck Oude Kriek
ESTILO: Kriek (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: De Koninck & Gebroeders era una cervecera de la ciudad de Dworp, parte del municipio de Beersel, que se dedicaba a la mezcla de Lambic (Geuzestekerij). En 1977 cesó su actividad, y la marca pasó a ser elaborada por De Neve, propiedad de Belle Vue, hasta su cierre en 1992. Desde entonces la marca se sigue produciendo en la cervecera Boon para la familia De Koninck, actuales propietarios del Bierhalle De Koninck en Buizingen.

Color rubí intenso al trasluz, con bastante espuma para una Lambic, más bien rosácea. Es muy aromática, con delicadas notas de levadura salvaje envolviendo a la cereza, que es más bien dulce, del estilo de la picota, sobre una base de malta. Adornan los típicos recuerdos de madera, heno y establo, que se potencian mucho al agitar la copa.

En boca sin embargo me ha resultado un poco decepcionante, me parece una Lambic sencilla, sin demasiado carácter. La entrada es claramente ácida, allí están las levaduras, notas de cereza agria, grosella y pomelo, y el carácter de establo propio del estilo. Lo curioso es que de repente la acidez se corta, el sabor baja en intensidad, y es al final cuando se vuelve a notar, aunque con menos fuerza, la levadura salvaje junto con la barrica. Regusto largo, bien cargado de madera, notas de grosella y pomelo, y menos cereza de lo que me gustaría. En mi opinión una Lambic prescindible, si se pone a tiro se deja beber pero la mayor parte de las opciones habituales son mejores.

NOTA:


viernes, 19 de enero de 2024

Boon Framboise

MARCA: Boon
MODELO: Boon Framboise
ESTILO: Frambozen (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Boon es una de las fábricas de Lambic (y además de Lembeek, jeje :( ) más asequibles y, a diferencia de marcas como Chapeau o Mort Subite, con varias cervezas de muy alto nivel, entre ellas la reputada Mariage Parfait o sus Black Label. Hoy sin embargo ataco su Framboise, una Gueuze con 300 gramos de frambuesas por litro, además de 50 g de cereza, y que fermentan junto con la Lambic joven. No tiene el apelativo "Oude" del que presumen las mejores referencias de esta marca, por lo que cuando la probé asumía que igual me encontraba una cerveza más sencilla.

De color pardo rojizo, claramente rubí al trasluz, tiene una fina capa de espuma grisácea. Potente en nariz llama la atención al principio la intensidad de los aromas de granero y establo, acompañados de Brett, y por debajo está la frambuesa sobremadura, también algo de fresa. Con esto que cuento se entiende que predomina el dulce, no obstante deja también espacio para un toque de levadura salvaje y cítricos.

En boca la frambuesa es la clara protagonista desde el principio, hace pensar en un yogur de frambuesa, y es tan profunda que incluso diría que tiene notas maltosas. Va acompañada inicialmente de leves recuerdos de armario viejo y de establo, y de fondo fresas, cerezas picotas y guindas. Al final se forma una delicada acidez, notas de uva blanca, con un punto de levadura salvaje, minerales y suave madera. El aroma era más bien dulce, el sabor lo es más. No es muy de mi gusto, no tiene el sabor tan artificial de las elaboradas con sirope pero le falta toda la acidez, toda la fuerza de las buenas Lambic. La he visto recomendada para empezar con este tipo de cerveza, pero sería como tomarse un mosto para familiarizarse con el vino. No obstante no es una tortura beberla, ni mucho menos.

NOTA:


miércoles, 18 de octubre de 2023

Hanssens Oude Kriek

MARCA:
Hanssens
MODELO: Hanssens Oude Kriek
ESTILO: Kriek (5'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Hanssens es una fábrica de Lambic (en realidad una mezcladora de Lambic ajenas o Geuzestekerij) que me gusta mucho, sus cervezas son de altísimo nivel y sus precios mucho más moderados que los de otras marcas como Cantillon o 3 Fonteinen. Desde que las probé por primera vez gracias a Het Huis Van De Geuze a finales del 2021 se han vuelto habituales en mi despensa, y nunca he quedado insatisfecho. Siguiendo esta tendencia, la semana pasada decidí abrir su Oude Kriek, que combina Lambic de 1, 2 y 3 años, y añade 70 kg de cerezas Schaarbeekse al fudre de 600 litros. La que probé estaba embotellada en 2019.

Esta Kriek es de un color rojo muy cercano al pardo, aunque al trasluz saca su brillo y recuerda al rubí. La intensidad aromática es marcada, predominantemente dulce, pudiendo recordar incluso a algún vino rosado. En inicio aparecen notas de piruleta, picotas y guindas, con un fondo de armario viejo, levadura salvaje y granero. Poco a poco el aroma se va salpicando de cáscaras de cítricos, y finalmente surgen recuerdos terrososo y de madera.

En boca toca susto, como suele suceder con las Lambic de esta marca, y nos encontramos una acidez extrema desde el primer momento, muy punzante y afilada, con cereza amarga y levadura salvaje, bien cargada de acético y con recuerdos balsámicos. Van revoloteando notas de fresas silvestres, con un fondo de cuero y roble. Al final la acidez se potencia incluso más, se potencia la levadura y notas de vinagre, emergen cáscaras de cítricos e incluso algún recuerdo licoroso, llegando dar una sensación de quemazón en la garganta. La persistencia en boca es tan extrema como la acidez, creo que al día siguiente todavía me sabía la boca a roble. En mi opinión es una Kriek fantástica, nada que envidiar a alguna otra que le dobla en precio.

NOTA:


domingo, 24 de septiembre de 2023

Oude Geuze Devillé À L'Ancienne

MARCA: Devillé
MODELO: Oude Geuze Devillé À L'Ancienne
ESTILO: Gueuze (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Una de las marcas de Gueuze que más recientemente se han incorporado al panorama lámbico belga es Devillé, comercializada por primera vez en el año 2020. Se produce en la cervecera Den Herberg, que curiosamente no se dedica en exclusiva a la elaboración de Lambic como suele ser habitual, sino que comenzó su actividad tres años antes produciendo cervezas de alta fermentación. Al cargo está la familia Devillé, con Bart Devillé como maestro cervecero, y su esposa Ann Heremans y su hijo Akke al cargo del Café Den Herberg, aunque también colaboran en la elaboración. Respecto a las Lambic, ahora mismo producen dos distintas: Herberg Lambiek y Oude Geuze Devillé.

Esta última se trata de una mezcla de Lambic de 1, 2 y 3 años en proporciones variables, y lleva en su etiqueta dibujada la marca de tiza blanca que clásicamente se utilizaba para identificar las Gueuze en Pajottenland. Es una Gueuze muy turbia, de color melocotón brillante y con brillos dorados al trasluz. A pesar de ser una Lambic genera bastante espuma, y queda una membrana en superficie, agarrada al vidrio. Especialmente atractiva al olfato, combina intensas notas de granero y establo con cereales, levadura salvaje y cítricos, sobretodo cáscara de limón, pomelo y más suave mandarina. Son evidentes también recuerdos de cuero

En boca se descubre una muy buena cerveza, sabrosa y extremadamente compleja. Tras un golpe inicial sobre la lengua bastante ácido, dominado por los cítricos, se calma unos instantes y aparece un leve dulzor en el que se liberan notas de frutas de hueso poco maduras como albaricoque, níspero o lichi, también uva blanca, mandarina y naranja sanguina, con una delicada base de malta y pan. Tras este descanso vuelve la acidez punzante, con mucha madera, levadura salvaje, pomelo y cáscara de limón, quedando notas balsámicas, de heno y establo en un regusto eterno. Estupenda Gueuze, muy potente y algo más inclinada a mostrar la madera que otras referencias más populares. De las de probar y repetir.

NOTA:


martes, 18 de abril de 2023

De Troch Oude Kriek

MARCA: De Troch
MODELO: De Troch Oude Kriek
ESTILO: Kriek (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: De Troch es una cervecera de Lambic que comenzó su actividad en el año 1795 en una granja en Wambeek, en la comuna de Ternat, escasos kilómetros al Oeste de Bruselas. Se trata de una empresa familiar desde sus inicios, con Pieter De Troch como primer responsable, y actualmente es la 7º generación quienes están al cargo, en concreto el matrimonio formado por Pauwel Raes y Kristel Schelfthout. De Troch es ahora mismo una de las fábricas de Lambic más denostadas debido a su línea de cervezas Chapeau, elaboradas con diferentes frutas exóticas y muy dulces. Sin embargo, al igual que sucede con Lindemans y su Cuvée René, cuentan también con algunas Lambic tradicionales, y hoy voy a comentar su Kriek, con un 35% de cerezas Schaerbeek.

Es una cerveza muy atractiva, de un color granate oscuro que coje un intenso rubí al trasluz. Al servirla desde altura genera una espuma rosada de burbuja muy fina, aunque apenas dura un minuto antes de desaparecer. En nariz es más bien dulce, como de mermelada de cereza y guindas sobre una base abizcochada, y se adorna con un punto mineral, como de levadura salvaje, heno y Brett, delicado pero evidente, llegando a evocar el olor de una bodega cerrada. Este dulzor y una etiqueta trasera, yo creo que equivocada, en la que figura el azúcar como ingrediente me hizo temerme lo peor, aunque la verdad es que el aroma me había resultado muy agradable en términos generales.

En boca quizá tenga algo más de cuerpo que otras Lambic, con una textura que coquetea con el calificativo "oleosa". Entrada con algo de cereal y galleta de fondo, pero lo que marca desde el principio son las intensas notas de cereza, con una acidez que progresivamente va invadiendo la boca, liberando notas de vinagre y vino joven. Cuando avanza el trago esta acidez estalla, terminando en un final muy especiado, rebosante de cereza silvestre, frutas del bosque, grosella, recuerdos de roble, cáscaras de cítricos y levaduras salvajes. La boca queda seca, con una reconfortante calidez en la garganta y la sensación de que De Troch me han dado una paliza tras años de jugar al despiste. La verdad, exquisita, por su precio para repetir mil veces.

NOTA:


domingo, 24 de abril de 2022

Hanssens Oudbeitje

MARCA: Hanssens
MODELO: Hanssens Oudbeitje
ESTILO: Lambic con fresas (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: No puedo dejar escapar la oportunidad de volver a hablar de la Geuzestekerij Hanssens para comentar una de sus referencias más peculiares, la única Lambic con fresas silvestres que hay actualmente en el mercado. Se empezó a elaborar en el año 2000 a partir de la mezcla de Lambic de Boon y Girardin de 2 años de edad, y macera durante 1 año con un total de 250 g de fresas por litro. Yo hasta el pedido a Het Huis van de Geuze no había probado nada de esta marca y quedé muy satisfecho con Cassis, así que ataqué Oudbeitje con muchas ganas.

Sin ningún sonido al quitar el corcho, tal y como sucedió con la otra cerveza de esta marca, libera un líquido de color naranja pálido con reflejos salmón, cristalino, sin burbujas en su interior y tampoco espuma en superficie. En nariz es delicada, con marcadas notas de almendras, cuero, levadura salvaje, un punto de establo, y de fondo las fresas silvestres. Es un aroma sin estridencias, todo bien ensamblado, con un medido carácter acético.

Este equilibrio es más cuestionable en boca, la acidez es extrema ya desde el principio con intensas notas de levadura salvaje, pomelo, cáscara de limón, almendra y vinagre de vino. Inicialmente el trago está algo cerrado pero con el avance se abre, y se van incorporando fresas silvestres, frambuesas, grosella roja, heno, establo, cuero y muy potentes recuerdos de madera. Final muy seco, salino, con frutos rojos y muy acético, termina en un regusto largo que obliga a salivar. No es una Lambic para todos los públicos, de hecho a mí se me hace un poco excesiva, pero no está mal como curiosidad o si apetece exfoliarse la lengua.

NOTA:


lunes, 17 de enero de 2022

Dupont Avec Les Bon Vœux

MARCA:
Dupont
MODELO: Dupont Avec Les Bon Vœux
ESTILO: Tripel (9'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS:
Una de las cervezas navideñas que repito con asiduidad es esta de Dupont, cuyo nombre significa "con los mejores deseos". Se lleva elaborando desde el año 1970 pero inicialmente no se comercializaba, sino que se regalaba a principios de año a sus mejores clientes, de allí su nombre. Por suerte, debido al éxito que tuvo, ahora está disponible para el publico general en fechas navideñas, siempre que se pueda encontrar encontrar alguna botella.

Pese a que los de Dupont no lo afirman en ningún sitio, con el estilo que me parece que guarda más similitud son las Tripel, y así la he clasificado. Es de un color miel mate, totalmente opaca, con una buena crema blanca con muy buena retención, al menos 2-3 mm de grosor en todo momento. En nariz la potencia no es excesiva, y menos para el estilo. Se combinan pan blanco, levadura belga, manzana golden, pera y algo de banana, con recuerdos de miel y especia picante. Consigue un aroma agradable y delicado, en el que además no se refleja la alta graduación alcohólica.

Su origen belga es evidente en boca, con mucha malta de tueste ligero, con intensas notas de masa de pan y bollería, incluso algún recuerdo de mazapán, y frutas como manzana golden madura, pera en almíbar y más suave dulce de membrillo. A pesar de esto el conjunto no es excesivamente dulce, sino que mantiene un buen equilibrio. Al final se cede algo de espacio a registros más ásperos y secos, salen delicada especia en forma de pimienta blanca y notas minerales y herbales del lúpulo noble, para cerrar en un regusto largo, levaduroso (incluso un punto de levadura salvaje), con azúcar candy y un reconfortante calor alcohólico. El reposo afina el trago, lo hace más amable y redondo, pasando de ser una muy buena cerveza a una excepcional. Seguiremos repitiendo, año tras año.

NOTA:

domingo, 9 de enero de 2022

Hanssens Cassis

MARCA: Hanssens
MODELO: Hanssens Cassis
ESTILO: Lambic con grosella negra (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Al igual que De Cam o Moriau, Hanssens es una cervecera belga dedicada en exclusiva a la mezcla de Lambic, es decir, que no llevan a cabo la fermentación propiamente dicha de estas cervezas. Comenzó su actividad como una cervecera no-lambic llamada Het Hooghyus, propiedad de la familia Van Hemelrijk, quienes se asociaron con la familia Hanssens tras el matrimonio de Joanna Maria Hanssens con Petrus Van Hemelrijk en 1837. Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX producen Lambic, aunque ya a partir de los años 80 pasaron a dedicarse exclusiva a la mezcla debido al poco éxito del mercado de las cervezas de fermentación espontánea (ahora parece mentira).

Esta Lambic con grosella negra se comercializó inicialmente en el 2009 como una edición limitada destinada al mercado estadounidense bajo el nombre "Experimental Cassis", pero ahora mismo se produce de forma regular, habiéndose retirado el adjetivo "Experimental". Asusta al abrirla porque el corcho sale sin ningún sonido, y al servirla no se genera nada de espuma, sólo alguna burbuja gruesa, pero por lo que he podido leer no es cosa de mi botella. Tiene un bonito color rubí y con la falta de espuma recuerda a un vino rosado. En nariz no es demasiado potente aunque sí bastante compleja. Es fresco, frutal y combina, como no podía ser de otra manera, frutas del bosque, sobretodo grosella pero también recuerda a cereza silvestre y frambuesa. Detrás de la fruta se esconde la levadura salvaje, suaves notas de cuero, un punto cítrico, y si se agita un poco sale la madera de la barrica, trigo y heno.

En boca la carbonatación es nula, ni rastro del gas, lo cual no es malo per se. A diferencia del aroma, aquí no hay moderación alguna, el sabor es muy potente, y pocas Lambic he visto en las que la fruta esté tan presente en todo momento. Desde el principio hay una acidez marcada, con notas de cáscara de limón, manzana verde, uva blanca sin madurar, aunque un discreto dulzor de frutas del bosque compensa parcialmente. Con el avance la acidez se potencia todavía más, se va secando la boca y surgen ásperas notas de levadura salvaje, seguidas de cuero, heno, madera, minerales e incluso un punto balsámico, con un tanino que marca la encía. A pesar de esto en todo momento se detecta la grosella negra, que es el elemento característico de esta cerveza. Por el tipo de fruta utilizada es una Lambic muy original pero la acidez es considerable, quizá no sea la mejor para aventurarse en el estilo. Para los ya adictos a estas cervezas es muy recomendable, y además de precio más moderado que otras marcas más solicitadas.

NOTA:

sábado, 30 de octubre de 2021

Oud Beersel Vandervelden 137

MARCA: Our Beersel
MODELO: Oud Beersel Vandervelden 137
ESTILO: Gueuze añejada en barricas de Brunello di Montalcino (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Este mes de octubre terminé (al fin) una etapa de trabajo bastante intensiva, y para celebrarlo decidí abrir una de las botellas de mi alijo de Lambic. La elegida fue esta elaboración especial de Oud Beersel, cuyo nombre hace referencia al tiempo transcurrido desde la fundación de la fábrica. Se trata de una Gueuze creada a partir de Lambic de 3 años de edad envejecidas en 3 foudres que anteriormente se habían contenido Brunello di Montalcino, un reputado vino de la Toscana.

De color dorado, velada, con bastante burbuja que asciende con rapidez, pese a lo cual apenas es capaz de formar un anillo de espuma. Aroma potente al servirla, aunque luego parece que se apaga un poco. Predominan manzana verde, cereal crudo, notas lácticas de la levadura salvaje y marcados recuerdos de heno fresco. Se nota también el roble de la barrica, más tostado que avainillado, cáscaras de cítricos y algo de acético que parece recordar al vinagre de manzana. A ratos la madera parece más evidente, otros ratos se disimula tras la levadura, tiene la deliciosa complejidad y variabilidad de este tipo de cervezas.

En boca es especialmente equilibrada, con una carbonatación casi perfecta. Más ácida al principio, con cáscaras de cítricos, pomelo, cereal crudo, se fija en el paladar. Sabor con mucho volumen, sale una sequedad que recuerda al jerez, dejando notas de madera, manzana verde, leves recuerdos vinosos y levadura salvaje que se marca sobretodo en la garganta. Termina seca, mineral, con un regusto en el que se entrelazan heno, vino tinto y algún punto de albaricoque. Me gusta mucho, es menos ácida que otras pero está muy equilibrada, y resulta agradable notar la influencia de la barrica de vino. ¿Mejor que otras Gueuze no tan especiales, de forma que justifique el precio? Pues no sabría que decir.

NOTA:

viernes, 11 de junio de 2021

De Cam Oude Geuze

MARCA:
De Cam
MODELO: De Cam Oude Geuze
ESTILO: Gueuze (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Cuando De Cam comenzó su actividad en 1997 fue primera cervecera dedicada a la mezcla de Gueuze que abría sus puertas en Bélgica en casi 40 años. Ocupa un antiguo edificio, cuyos orígenes se remontan al menos al siglo XVIII, situado en la localidad de Gooik, pocos kilómetros al Oeste de Bruselas. Fue fundada por Willem van Herreweghen, jefe de producción de la cervecera Palm, con el apoyo de Armand Debelder de 3 Fonteinen, Frank Boon (evidentemente de Boon) y Michel Doomst, el alcalde de Gooik. Tres años después Willem volvió a su anterior puesto, quedando al cargo Karel Goddeau, un estudiante centrado en investigación sobre la cerveza que había colaborado con él, formado por Armand y Gaston Debelder, y que en la actualidad compatibiliza este trabajo con la elaboración de cerveza en Slaghmuylder. Crean sus cervezas a partir de las Lambic de Boon, Girardin y Lindemans, y la mayoría de los barriles que utilizan son de Plzeňský Prazdroj.

Esta botella, la Oude Gueuze de la fábrica, la compré en Lambicus aprovechando un viaje que hice a Barcelona por trabajo en octubre del 2019, y había estado en mi bodega desde entonces, sin encontrar el momento de salir. Como otras del estilo, tiene un color dorado profundo, ligeramente velada, y con apenas un anillo de espuma. Me sorprendió que al principio no es demasiado aromática, y poco a poco va saliendo el cereal, trigo, limón, cáscara de naranja e incluso algo de malta. Sin embargo, si se agita la copa surge la magia y la nariz se llena de levadura salvaje, madera, Brettanomyces, pimienta blanca, suaves esteres y un marcado punto de cuero. Y después de esto, cuando la cerveza reposa de nuevo, se vuelve al cereal, la malta y los cítricos, aunque ya más potentes y adornados con recuerdos de barrica, heno, establo y quizá un toque de queso (o es que se me está yendo la cabeza con este tema).

En boca esperaba la explosión de astringencia habitual en marcas como Cantillon o 3 Fonteinen pero no fue así en absoluto, sino que es una Gueuze muy equilibrada y amable. En la entrada es un poco maltosa, dentro de la acidez, acompañada de potentes notas de cereales, albaricoque, manzana verde y un toque de almendra. Se va forzando la levadura en la garganta, los taninos marcan las encías, cáscara de limón y pomelo van llenando la boca, y terminan por aparecer notas de cuero, granero, roble, y bastante hierba y minerales. El trago es limpio, chispeante, con una carga de especia picante al final que desemboca en un regusto largo, láctico, terroso, repleto de levadura salvaje y madera. Muy buena, de las de disfrutar sin sufrir.
NOTA:

domingo, 16 de agosto de 2020

3 Fonteinen Oude Kriek

MARCA: 3 Fonteinen
MODELO: 3 Fonteinen Oude Kriek
ESTILO: Kriek (6.5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS:  Con los precios absurdos que han alcanzado ultimamente las Cantillon llevo un tiempo refugiado en otras marcas de Lambic, también de altísimo nivel. 3 Fonteinen es una de las mejores alternativas disponibles, y la cerveza que presento hoy es una de mis favoritas. Se trata de Lambic joven macerada con cerezas enteras (1 kg/l) durante 6-8 meses, tras lo cual se embotella y se deja madurar en una sala caliente durante al menos 4 meses. Con esta presentación lo que está claro es que acidez no va a faltar, ni mucho menos.

3 Fonteinen Kriek es de un color rojo intenso, a medio camino entre pardo y rubí. Respecto al gas, lo esperable: muy poca espuma, que desaparece en seguida, y la carbonatación tan apenas se ve. El aroma tiene de todo, aunque lo fundamental es la cereza, tanto silvestre como un punto licoroso más suave que recuerda a la ginginha. Esto se adorna con potentes notas de trigo y heno, más suaves recuerdos de cuero y madera, y evidentemente se envuelve todo en la levadura salvaje, láctica, cítrica e incluso con un punto herbal. Complejísima, no esperaba menos.

En boca es ácida sin paliativos, desde el primer momento. Nada más tocar la lengua surge la cereza salvaje, también grosellas, frambuesas y algo de fresas. Viene acompañada de una acidez afilada, levadura salvaje muy potente, madera y un punto de heno. Si se prolonga el paso por boca sale el cuero, que se pega en el paladar. Mucha especia picante y minerales al final, cítricos, con notas balsámicas y de vinagre, e insiste la madera, áspera y astringente. Regusto eterno, lleno de cereza, levadura y cáscara de limón. Gran cerveza, durilla para iniciarse en las Lambic pero imperdible para los ya experimentados en este mundillo.

NOTA:

sábado, 21 de abril de 2018

3 Fonteinen Oude Geuze

MARCA: 3 Fonteinen
MODELO: 3 Fonteinen Oude Geuze
ESTILO: Gueuze (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Últimamente me he vuelto adicto a las cervezas de celebración, aquellas que compro al inicio de un determinado periodo con la intención de abrirlas si este concluye de forma exitosa. Es el caso de la cerveza que voy a comprar hoy, una de las más representativas de la fábrica de 3 Fonteinen. Esta fábrica de Lambic fue fundada por Jacobus Vanderlinden y Joanna Brillen en 1883 en Beersel bajo el nombre "De 3 Bronnen", aunque entonces era una taberna con anexo para mezclado de Lambic diferentes. Así pasó por manos de varias familias hasta acabar siendo comprada en 1953 por Gaston Delbelder. Sus dos hijos, Armand y Guido, continuaron el negocio a partir de 1982, aunque fue Armand el que se encargó del mezclado. No fue hasta 1999 cuando finalmente 3 Fonteinen empezaron a elaborar sus propias Lambic, actividad que se ha mantenido hasta la fecha salvo por un parón de 4 años, entre el 2009 y el 2013, debido a un fallo en el control de temperatura de la fábrica que supuso la pérdida de más 80.000 botellas y que casi obliga al cierre de la empresa.

3 Fonteinen Oude Geuze es de color naranja amarillento, con bastante espuma y gasificación para lo habitual en el estilo. Las burbujas, de tamaño medio, suben en columna hasta una capa de espuma blanca de medio dedo de grosor. En nariz es una perfecta representante de lo mejorcito del estilo. Se presenta con grano limpio, trigo crudo, recuerdos de granero y suaves notas de cuero, todo ello impregnado en levadura salvaje y abundantes cítricos, sobretodo pomelo, algo menos limón y un sutil toque de naranja. El lúpulo se nota algo más fresco que en otras Gueuze, con un carácter herbal y ligeramente picante, dándole un punto de distinción y originalidad.

La entrada es relativamente amable, pero la acidez despunta en seguida. Comienza con malta, con un leve dulzor, aunque rápidamente pasa a un segundo plano con la irrupción de cítricos como los mencionados en el párrafo anterior, uva blanca poco madura y manzana verde. Una vez que el líquido pasa el paladar la acidez se desata, con intensas notas de heno, levadura salvaje, recuerdos de granero y un afilado toque de especia picante. Una vez pasa la tormenta queda un regusto eterno con hierba, pomelo y algún punto de cuero, mientras la boca seca empieza a reclamar otro trago. Cerveza tan deliciosa como compleja, ¿quién necesita innovar cuando se es capaz de producir una joya como esta? Imperdible para los amantes del estilo, aunque puede resultar algo dura para los menos acostumbrados a las Lambic.

NOTA:

miércoles, 10 de enero de 2018

Bacchus Vlaams Oud Bruin

MARCA: Bacchus
MODELO: Bacchus Vlaams Oud Bruin
ESTILO: Flanders Oud Bruin (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Las cervezas de Van Honsebrouck siempre han campado a sus anchas por la Península, aunque la mayor parte de las veces no nos demos cuenta... estoy hablando, por supuesto de Kasteelbier, St. Louis, Brigand, etc. Las que no son tan fáciles de encontrar son las que a mí más me gustan, su gama Bacchus, cuyos diferentes ejemplares pertenecen todos al estilo tradicional belga de las Oud Bruin. La que comento hoy, a partir de la cual se elaboran las otras dos, se empezó a producir en 1955, lo que la convierte en la cerveza más antigua de Van Honsebrouck.

Envuelta en su papel no podría resultar más elegante, aunque por desgracia para los coleccionistas debajo se esconde una botella sin etiqueta. Dentro de ella se encuentra una cerveza de color marrón caoba, pardo al trasluz, que al servirla genera una espuma beige grisácea muy escasa, quedando un anillo en periferia. Su aroma es muy intenso, ácido y dulce a la vez, aunque predomina más bien el segundo. Lo forman malta, caramelo, nueces, centeno, y un potentísimo perfume licoroso que recuerda a frutas pasificadas, arrope y stollen (este pan dulce alemán propio de las Navidades). Se suma además bastante especia, principalmente canela, y algo de naranja confitada al final. Soy consciente de estar enumerando matices un poco raros y que tan apenas había utilizado antes, pero es que es una cerveza muy peculiar.

En boca mantiene los frutos secos, ciruelas pasas, stollen y canela, pero esta mezcla se encuentra en un segundo plano, oculta por la acidez que domina el trago desde el primer momento. A medida que avanza se van introduciendo la sequedad, salen suaves notas de vino tinto, barrica, cáscara de limón y cereza silvestre. Final limpio, de acidez marcada pero controlada, con cítricos, canela, pan de bollo y fruta oscura madura. El regusto es eterno, mantiene cítricos y recuerdos de vino tinto, con un agradable punto de caramelo. Posiblemente se encuentre entre las Oud Bruin más dulces que he probado hasta la fecha, aunque está bien equilibrada, no empalaga y se disfruta enormemente. Quizá no sea tan elegante como Goudenband, ni tan potente como Special Oerbier Reserva de De Dolle, pero creo que es un ejemplo más que notable del estilo.

NOTA:

domingo, 2 de julio de 2017

Moriau Oude Geuze

MARCA: Moriau
MODELO: Moriau Oude Geuze
ESTILO: Gueuze (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Moriau fue una bodega especializada en la mezcla de Lambic, fundada por Johannes Moriau en 1880 en Sint-Pieters-Leeuw, un municipio belga pegado a Anderlecht. Cerró sus puertas de forma oficial tras más de 100 años en funcionamiento, en 1983, aunque mantuvo cierta actividad hasta 10 años después. A pesar de este cierre, en el momento actual Moriau Geuze se sigue comercializando, pero los responsables de su producción son los dueños de la cervecera Boon, de la que ya he hablado con anterioridad cuando comenté su Kriek. Esta botella la encontré por casualidad en Be Hoppy de Madrid, y puesto que hasta ese momento no la conocía y que el dependiente me la recomendó fuertemente decidí llevármela.

Es una Gueuze de color dorado algo pálido, ligeramente velada, con mucha burbuja moviéndose con velocidad en la columna de líquido. En su superficie surge una capa de espuma blanca, en cantidad considerable teniendo en cuenta el estilo. En nariz la esperable acidez esta parcialmente compensada por un leve dulzor. Hay mucho cereal crudo, trigo, y es evidente como soporte la madera de la barrica, en un segundo plano. Se suma levadura salvaje, intensas notas de limón, algo más suaves de pomelo, recuerdos de heno, y un deje herbal y medicinal. 

Sin sorpresas en el sabor. Nada más tocar la lengua desata una agradable efervescencia, al instante se inunda la boca de grano crudo, piel de limón, algo de heno, para después liberarse la acidez en todo su esplendor con grandes cantidades de limón, pomelo e incluso un toque que puede recordar a la ginebra, dejando una importante sequedad. Sin embargo, hacia el final esta acidez se compensa y concluye con una suavidad impresionante, saliendo un punto terroso, levemente herbal y con un mínimo deje especiado. En el larguísimo regusto queda madera y notas minerales. Una Gueuze especialmente equilibrada, la mezcla de Lambic ha conseguido una cerveza compleja pero muy fácil de beber. Puede ser una buena opción para aquellos que desean introducirse en el mundo de las Lambic, sin que eso quiera decir que se quede corta para los más avezados.

NOTA:

martes, 28 de junio de 2016

Oud Beersel Oude Kriek Vieille

MARCA: Oud Beersel
MODELO: Oud Beersel Oude Kriek Vieille
ESTILO: Kriek (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Oud Beersel es una cervecera fundada en 1882 en Beersel, a 10 km de Bruselas, y dedicada en exclusiva a la elaboración de Lambic. Durante 120 años estuvo bajo la dirección de la familia Vandervelden, involucrando a 4 generaciones, hasta la interrupción de su actividad en diciembre del 2002 por motivos económicos. Por suerte poco tiempo después, en el año 2005, Gert Christiaens y Roland De Bus la volvieron a poner en marcha, y sigue desde entonces bajo su supervisión. En el momento actual elaboran 5 cervezas de tipo Lambic, además de vender 2 cervezas de alta fermentación bajo la marca Bersalis, elaboradas en Brasserie Huygue.

La que comento hoy fue un regalo navideño de origen muscular, y se trata de una Lambic madurada con al menos 400 g de cerezas por litro. Es de un bonito color granate, rubí al trasluz, con una mínima turbidez. La corona una espuma rosada de burbuja fina, algo escasa pero muy resistente. Tiene un perfume delicioso en el que un torrente de cereza salvaje, con el punto de acidez de esta fruta, se junta con cítricos, algo de fresa silvestre, trigo crudo y el inconfundible carácter de las levaduras salvajes, con recuerdos de heno. Queda de fondo especia picante, madera fresca y un agradable deje balsámico. Es llamativa la gran cantidad de elementos que confluyen en este aroma, y cómo cada uno de ellos aporta justo lo necesario para no sobrecargar.

El comienzo en boca es agridulce, con suave malta acompañando las frutas silvestres, entre las que destaca evidentemente la cereza aunque también hay algo de fresa y limón. En seguida aparece una leve efervescencia, a partir de la cual se desarrolla el sabor de la levadura lambic, áspera, astringente y un poco picante. Con ella se potencian los cítricos, formándose un final de acidez afilada con grandes cantidades de pomelo, la sequedad de la barrica y el Brett, aunque sin perder tampoco de vista el papel de las cerezas empleadas en la elaboración. Regusto larguísimo, dominado por madera y recuerdos de vino rosado, en última instancia quedan reminiscencias de fruta. Es una Kriek fantástica, muy compleja y a la vez equilibrada, y quizá algo más accesible que otras referencias de este estilo. La he disfrutado una barbaridad, ¡gracias Ana!

NOTA:

sábado, 5 de diciembre de 2015

FFdA #8: Liefmans Goudenband

MARCA: Liefmans
MODELO: Liefmans Goudenband
ESTILO: Flanders Oud Bruin (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Toca la octava edición del FFdA de Birraire, y la verdad es que ganas no me faltaban; en cada sesión llego con varias cervezas como candidatas para el evento y grandes dificultades para elegir cuál presentar, y más todavía en la convocatoria de final de otoño, cuando los primeros días fríos del año hacen más apetecible descorchar cervezas oscuras, las que en principio mejor aguantan el paso del tiempo. En esta ocasión, y cambiando la tónica de mis otras contribuciones a este genial evento, he optado por una cerveza de corte totalmente clásico y conocida por casi todos los amantes de la cerveza: Goudenband de Liefmans. Se trata de una elegante Oud Bruin, obtenida a partir de una cerveza fermentada en tinas abiertas mediante múltiples levadura y madurada durante entre 4 y 12 meses en bodega, que a continuación se mezcla con cerveza más joven para desencadenar una segunda fermentación en botella. Esta botella ha permanecido 9 meses en mi despensa, por cierto, sin ningún motivo concreto además... simplemente no he encontrado el momento de abrirla.

Es muy opaca, de un marrón caoba incluso algo más oscuro, y al servirla genera una espesa espuma gris de burbuja muy fina, que en pocos minutos se reduce hasta una membrana. Su aroma es dulce, denso y acaramelado, recuerda al de los vinos de Oporto, con grandes cantidades de malta oscura, sin llegar al torrefacto, que se combina con toneladas de dátiles, ciruelas pasas y más suave higo, azúcar moreno y un deje de té. En un segundo plano, aunque jugando un papel relevante, quedan los ásperos tostados, bastantes frutos secos y lo fundamental, la acidez esperable del estilo, que se penetra parcialmente en el conjunto.

Sin embargo, cuando uno da el primer sorbo queda claro que sabor y aroma están en distinto párrago. Desde el inicio se presenta una acidez moderada, que se refuerza en la punta de la lengua, y se opone al dulzor natural de esta cerveza, consiguiendo un contraste muy agradable y balanceado. Junto a las notas de lima de la acidez se posicionan intensos recuerdos de cereza picota, y algo más leves zarzamora y bayas, quedando de fondo malta tostada dulce, suave caramelo y algún toque licoroso o avinado. La fantástica complejidad y delicadeza del trago no se pierde al final, sino que aprovechando el amargor resurge una acidez controlada, con notas de manzana verde y cítricos, apoyada en algo de hierba y frutas del bosque, quedando cerezas, levísimo alcohol y una medida sequedad en la garganta una vez que ha pasado la bebida. No soy muy objetivo con esta cerveza, eso lo reconozco, pero cada vez que la tomo le veo más virtudes: es sabrosa, compleja, delicada, y tanto joven como añejada siempre me parece una de las más completas que se pueden tomar.

NOTA:

sábado, 11 de julio de 2015

Cantillon Gueuze 100% Lambic Bio

MARCA: Cantillon
MODELO: Cantillon Gueuze 100% Lambic Bio
ESTILO: Gueuze (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: El racionamiento cervezas Cantillon al que estoy sometido de forma involuntaria debido a la poca frecuencia con la que encuentro sus referencias, y menos aún a un precio razonable, hace que el disfrutarlas sea un acto un tanto especial, que se produce cada varios meses y que se acompaña además de la certeza de que no se volverá a repetir hasta pasado un intervalo de tiempo similar. La botella que presento hoy salió a la venta por primera vez en el año 2003, y es muestra del compromiso de esta fábrica por la tradición y la naturaleza, al emplear únicamente cereales cultivados sin emplear aditivos químicos, es decir, con el sello de producción orgánica, para la elaboración de las tres Lambic que se combinan para obtener esta Gueuze.

De color cobre anaranjado, a través de su importante turbidez emite algún reflejo dorado. El gas parece escaso, como es habitual en este estilo, pero no obstante genera alrededor de un dedo y medio de espuma blanca inmaculada, de burbuja muy fina. El aroma, como no podía ser de otra manera, es muy ácido, pero a la vez muestra una complejidad exquisita al combinar grandes cantidades de trigo crudo y otros cereales con frutas ácidas como limón, grosella, suave manzana verde y algún toque de albaricoque. La levadura salvaje y la madera están presentes en todo el conjunto, y se perciben además algunas notas apagadas de lúpulo, de carácter herbal, mineral y ligeramente especiado.

Al inicio del trago la acidez es controlada por cereal crudo, paja y suave malta con una chispa de dulzor, pero progresivamente van entrando notas de lima, limón, manzana verde, grosella y más suave pomelo hasta dominar el sabor. La madera se nota en el fondo de la garganta, la acidez ataca paladar y encías, y la levadura acaba por invadir toda la boca, acentuando los cítricos en forma de pomelo y dejando la lengua seca. Final más ácido y astringente que amargo, desprende a discreción recuerdos de levadura salvaje, cítricos, marcadas notas minerales y algún deje herbal. Con una entrada moderada y una explosión de acidez final, esta cerveza es una representación perfecta de cómo debería ser una Gueuze: fina, delicada pero firme y tremendamente compleja, capaz de explotar las cualidades de las lambic empleadas para su creación y los componentes que forman parte de elaboración de estas. Una referencia del estilo.

NOTA:

sábado, 9 de mayo de 2015

Boon Kriek

MARCA: Boon
MODELO: Boon Kriek
ESTILO: Lambic de cerezas (4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: A orillas del Senne, en la localidad de Lembeek, de cuyo nombre muchos piensan que deriva el del estilo de cervezas de fermentación espontánea, está la cervecera Boon. La actividad de esta fábrica comenzó en el año 1680 bajo la dirección de J. B. Claes, aunque las cervezas de tipo Lambic a las que debe su popularidad ahora mismo no se produjeron hasta finales del siglo XIX, estando Louis Paul al cargo de la producción una vez que la familia Claes hubo vendido la empresa. En el momento actual forma parte del grupo Palm Breweries, y elaboran exclusivamente cervezas de fermentación espontánea, entre las cuales su Gueuze es quizá la más popular.

Sin embargo, y a pesar de que tengo alguna botella de esta última en casa, me apetecía más reseñar aquí su Lambic macerada con cereza porque hacía tiempo que no comentábamos una Kriek en Hipos. Es de color rojo rubí, escarlata al trasluz, y de turbidez considerable. Genera una espuma rosada no demasiado abundante, pero que se mantiene como un anillo bordeando el cristal de la copa. Su aroma es muy intenso, y como es lógico lo que más destaca es la fruta; no obstante esta no es ácida como suelen ser las cerezas silvestres, sino que recuerda más a una picota, oscura, dulce y jugosa. Les acompañan caramelo de fresa, suave cacao y de fondo, inconfundible, recuerdos de barrica y levadura salvaje. Además, al agitarla con suavidad salen a superficie notas vegetales y cítricas que estaban hasta el momento ocultas en la levadura. 

Soy consciente de que esta marca, a diferencia de otras como Mort Subite o Belle Vue, utiliza para la elaboración fruta natural entera y no extractos artificiales edulcorados, pero su perfume me sugirió que quizá me iba a resultar algo empalagosa. Nada más lejos de la verdad, sin duda es una cerveza muy dulce, entra con cereza madura y caramelo de fresa, pero lo compensa parcialmente con la acidez de la levadura salvaje y la astringencia de la madera, además de un toque de limón, y queda un trago bastante equilibrado y que no se hace pesado en absoluto. De cuerpo consistente y con una carbonatación clavada, termina en un final amable, menos seco de lo habitual, cargado de fruta y con algún deje mineral y herbáceo leves. Es una Kriek sencilla y fácil de beber, pero de una calidad más que aceptable. Le falta acidez y complejidad para mi gusto pero creo que es una buena opción para iniciarse en el mundo de las Lambic

NOTA:

miércoles, 3 de diciembre de 2014

FFdA #6: Mikkeller / Three Floyds Hvedegoop (Malaga Wine Edition)

MARCA: Mikkeller / Three Floyds
MODELO: Mikkeller / Three Floyds Hvedegoop (Malaga Wine Edition)
ESTILO: Barley Wine de trigo añejado en barrica de vino de Málaga (10'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca

CARACTERÍSTICAS: Por fin llegó uno de los momentos más esperados del año, la convocatoria semestral de Birraire del #FFdA (o Finde Fondo de Armario)... ¡y casi se me pasa de largo! Evidentemente no por propia voluntad, sino porque tengo desde hace tiempo algunos problemas con el blogroll... pero eso es otro asunto. Tenía varias candidatas para esta edición pero, puesto que en las últimas he presentado elaboraciones norteamericanas, me apetecía que la protagonista de esta estuviese producida en otra región, más que nada por cambiar un poco de aires. Al final me decidí por una colaboración entre una de las marcas danesas más reconocidas, el incansable Mikkeller, con otra reputada marca estadounidense, Three Floyds, que se habían juntado para crear lo que ellos llamaron un Wheat Wine, algo así como un Barley Wine de trigo, al que llamaron Hvedegoop y que podríamos traducir como "pegote de trigo". Sorprendentemente Joan acertó cuál iba a ser mi cerveza para este evento simplemente con decir "colaboración americo-danesa"... vaya puntería.

Esta edición de Hvedegoop, que llegó a mis manos por cortesía de Rubén del Club Bier, tiene además algo de particular, y es que ha sido añejada en barricas de vino de Málaga, como todos sabéis un vino dulce relativamente parecido al jerez. Luce un color rojo cereza, demostrando al trasluz una turbidez escasa mientras se tiñe de rubí. El líquido queda cubierto por una crema beige, que al instante se reduce hasta un velo de aspecto sedoso. El aroma es fantástico, comienza con denso caramelo y malta dulce acompañado de intensos recuerdos de melocotón, manzana asada y leves toques tropicales. Fresca y frutal, se combina con las notas de vino dulce y algo de madera, nada estridentes, haciendo un conjunto meloso y sugerente que se completa con delicado lúpulo floral.

Esta calidez está presente en el sabor desde el inicio del trago, con cuerpo medio y un paso sedoso por boca. Comienza repleta de malta, frutos secos, caramelo, y de fondo quedan tenues notas cítricas aportadas por el trigo. Poco a poco se infiltra el vino y la aspereza de la barrica, con timidez y sin grandes emociones, hasta terminar en un final enólico y seco, aunque con la presencia del dulzor del vino y contundente fruta madura, destacando uva, ciruela y cereza. Queda en el regusto leves recuerdos herbales y algo de especia picante. Me ha parecido una cerveza de calidad razonable, rica y disfrutable, pero nada excepcional. Pese a tantos detalles de originalidad, no acaba de destacar y pasa sin pena ni gloria. ¿Volvería a tomarla? Si me la regalan, sin ningún problema, pero no pagaría por volver a hacerlo y menos aún los casi 9 euros que tengo entendido que cuesta. Pese a la decepción... ¡larga vida al #FFdA! Y hasta la próxima.

NOTA: